Albóndiga de pollo.

Las albóndigas de pollo son una opción deliciosa y versátil para cualquier comida. Se preparan mezclando carne de pollo molida con huevo, pan rallado, leche, ajo, cebolla, perejil y queso parmesano opcional. Las albóndigas se forman y se enfrían brevemente antes de freírlas hasta que estén doradas y cocidas.

Pueden servirse de varias maneras, incluyendo con pasta, en un bocadillo, o como parte de una sopa o guiso. Estas albóndigas son una excelente alternativa a las tradicionales de carne de res, ofreciendo un sabor más ligero y saludable.

Aquí está la receta completa de albóndiga de pollo:

Ingredientes:

  • 500 g de carne de pollo molida
  • 1 huevo
  • 1/2 taza de pan rallado
  • 1/4 taza de leche
  • 2 dientes de ajo, picados finamente
  • 1/2 cebolla, picada finamente
  • 1/4 taza de perejil fresco, picado
  • 1/4 taza de queso parmesano rallado (opcional)
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite de oliva para freír

Instrucciones:

Preparar la Mezcla de Albóndigas:

En un bol grande, mezcla 500 g de carne de pollo molida, 1 huevo, 1/2 taza de pan rallado, 1/4 taza de leche, 2 dientes de ajo picados, 1/2 cebolla picada, 1/4 taza de perejil fresco picado, y 1/4 taza de queso parmesano rallado si lo deseas.

Sazona con sal y pimienta al gusto.

Mezcla todos los ingredientes hasta que estén bien combinados.

Formar las Albóndigas:

Con las manos ligeramente humedecidas, toma pequeñas porciones de la mezcla y forma bolas del tamaño de una nuez.

Coloca las albóndigas en una bandeja y refrigéralas durante unos 15-20 minutos para que mantengan mejor su forma al cocinarlas.

Cocinar las Albóndigas:

Calienta una sartén grande a fuego medio y añade suficiente aceite de oliva para cubrir el fondo de la sartén.

Fríe las albóndigas en tandas, asegurándote de no abarrotar la sartén. Cocina cada lado durante unos 3-4 minutos, hasta que estén doradas y cocidas por dentro.

Retira las albóndigas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Servir:

Las albóndigas de pollo se pueden servir de diversas maneras: con pasta y salsa de tomate, en un bocadillo con salsa marinara y queso, o simplemente con una ensalada fresca.

También puedes añadirlas a una sopa o guiso para un plato más completo.